miércoles, 12 de octubre de 2011

Es crecer

Los grandes adioses se dicen pocas veces en la vida. Hay muchos chau, muchos adiositos, pero pocos, muy pocos adioses de esos que terminan, que rompen una historia. Saber decir adiós es bueno; romper, desprenderse, olvidar... porque decir adiós es sano cuando se despide lo que daña. Las cicatrices de los adioses grandes también enseñan a vivir.


1 comentario:

Lua Seomun dijo...

Que preciosa entrada cariño... breve y un poco triste... pero tan sincera... que llega muchísimo... un besazo mi niña bonita! muuuaah!