lunes, 11 de abril de 2011

Todo tiene una explicación...

¿Por qué tantas mujeres permanecen al lado de hombres que las maltratan emocionalmente sin poder despegarse de ellos?

Se trata de un encastre perfecto. Hay algo que ellas no tienen y que ven en el otro. No saben bien que es pero las encandila.
Una mujer inteligente y poderosa, pero a la vez insegura y desvalorizada, se sentirá seducida por un hombre narcisista. Si ese hombre maravilloso la mira, ella se sentirá valorada. Lo que no sabe es que ella lo ha idealizado y ve en él condiciones que él realmente no tiene. Por lo tanto, ella se tiene que destacar, pero no tanto como para hacerle sombra.
Una mujer con una compulsión a dar y que no pide nada a cambio encaja a la perfección con un egoísta y mezquino. Sólo que, en el momento en que ella quiera pedir, se encontrará con alguien que no tiene nada para dar.
Una mujer responsable, potente y con poca conexión para el placer admirará a un hombre inmaduro, infantil, creativo y poco estructurado. Ella quedará encantada por la capacidad de él para el ocio y a él le vendrá muy bien la relación de ella con el deber.
Ellas tienen una tendencia a la idealización porque necesitan desesperadamente amar a alguien y eligen, por lo tanto, a alguien que sabe “venderse bien”.
No podemos esperar que un hambriento seleccione bien cuál es el mejor alimento que debe comer. Más bien pensamos que en su desesperada búsqueda verá como un manjar sabroso a cualquier resto de comida que le acerquen. Del mismo modo, una dependiente emocional es como una “mendiga de amor” y no será muy selectiva a la hora de hacer sus elecciones.*


* Patricia Faur (Lic. en Psicología)

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